miércoles, 7 de octubre de 2015

Se clava.

Se clava en el corazón, triste recuerdo. Con despiadada crueldad hiere profundo; mientras cielo y tierra, indiferentes, ajenos a la muerte, siguen su camino. Un alma destrozada calla entre las sombras, oculta el dolor en los oscuros rincones del olvido, busca en la soledad alivio. Cuánto dolor el que respira. Sólo tú puedes salvarla con un beso que funda los espinos en dulces melodías que acaricien los sentidos. Puedes liberarla abrazándola, tiernamente desprendiéndola de ese sueño dolorido. Puedes, debes hacerlo, es el destino.

nicolás vaquero martín.


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