miércoles, 7 de octubre de 2015

A salvo.

Bajo la inmensa estructura gris que cubre todo la respiración es un milagro. Las olas acarician la playa con suave indiferencia, como si no hubiera sucedido. Todo es más oscuro ahora y, aunque el sol se asome a lo lejos en el horizonte, hace mucho frío. Sentados en la arena miramos a la luz intensa del triste amanecer. Apenas si te reconozco, si no fuera por el contacto tibio de tu piel. Hay algo opresor en la estructura que oculta en parte el cielo siempre nublado y gris. Sueño el cielo azul, la luz brillante, los árboles altos, la hierba fresca y el rocío. Y tu, ¿con qué sueñas después de aquello?

nicolás vaquero martín.


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